El pasado 17 de Marzo de 2013, se iniciaron las celebraciones del 525 Aniversario del Milagro de la Lágrima.
Fue un 17 de Marzo de 1489 cuando ocurrió el portento que Alicante recuerda cada año.
Del rostro de Cristo, reflejado en el Paño con el que la mujer Verónica limpio su rostro camino del Calvario, se desprendía una lágrima que resbalando se detuvo en la mejilla derecha.
Uniéndonos a este Año Jubilar, he aquí un pequeño resumen de la historia de la Reliquia tan Venerada en Alicante y conocida por La Santísima Faz.
Y como es tradición de este pueblo por tres veces proclamamos:
¡FAZ DIVINA, MISERICORDIA!
¡FAZ DIVINA, MISERICORDIA!
¡FAZ DIVINA; MISERICORDIA!
El pequeño archipiélago de Tabarca
se encuentra formado por una isla principal denominada Plana, de Santa Pola o
Nueva Tabarca, de forma alargada (1.800 m de longitud por una anchura máxima de
400 m ) y orientación NO-SE, con un estrechamiento en su tercio oeste. Su
relieve es plano, con un desnivel máximo de 15 m con respecto al nivel del mar.
En la parte occidental alberga un pequeño pueblo amurallado, el de San Pedro y
San Pablo. Completan dicho archipiélago, los islotes de La Cantera, de La
Galera y de La Nao, junto a numerosos escollos (Negre, Roig, Cap del moro,
Sabata o Naveta). Se halla situado a unas tres millas al Sur-Este del Cabo de
Santa Pola y a unas 8 millas de la ciudad de Alicante, término municipal al que
pertenece.
La línea de la costa es recortada,
formada por pequeños acantilados de escasos metros de altura, con playas de
cantos rodados en su base. La única playa de arena se encuentra en la zona del
itsmo.
La isla de Tabarca se encuentra
localizada en un contexto geológico muy particular dentro de las zonas internas
y cercana al límite de las zonas externas de las cordilleras Béticas, marcado
por el denominado accidente Cádiz-Alicante. Dentro de las zonas internas de la
cordillera, la isla representa el extremo más oriental del complejo Alpujárride,
sobre cuyos materiales, aparecen en discordancia, materiales pertenecientes al
Mioceno superior y al Cuaternario.
La isla presenta un umbral
fusiforme, emergido parcialmente y limitado por fracturas de dirección NO-E,
asociadas al accidente Elche-Jumilla. Los contactos entre los distintos
materiales están tectonizados y la fracturación alcanza a todas las rocas, con
superficies estriadas y pulimentadas debido a la fricción entre los bloques. En
resumen, se detectan fallas de mayor o menor importancia, saltos variables y
diaclasas.
El clima es mediterráneo seco, con
una temperatura media anual de 17 ºC, máximas de 35ºC en Agosto y mínimas de
5ºC en Enero. Las precipitaciones son muy irregulares a lo largo del año, no
superando los 300 mm/ño. Los vientos dominantes en primavera-verano son el
Levante y el Lebeche; mientras que durantño-invierno predominan los vientos del
primer y cuarto cuadrante (Norte, Maestral y Poniente ). La velocidad media del
viento no es muy alta, 21 Km/h durante el día y 17 Km/h por la noche, que
indican la bondad del régimen de vientos imperante en la zona, aunque a veces
se registren velocidades de 167 km/h (20/1/78).
El pequeño archipiélago de Tabarca
se encuentra formado por una isla principal denominada Plana, de Santa Pola o
Nueva Tabarca, de forma alargada (1.800 m de longitud por una anchura máxima de
400 m ) y orientación NO-SE, con un estrechamiento en su tercio oeste. Su
relieve es plano, con un desnivel máximo de 15 m con respecto al nivel del mar.
En la parte occidental alberga un pequeño pueblo amurallado, el de San Pedro y
San Pablo. Completan dicho archipiélago, los islotes de La Cantera, de La
Galera y de La Nao, junto a numerosos escollos (Negre, Roig, Cap del moro,
Sabata o Naveta). Se halla situado a unas tres millas al Sur-Este del Cabo de
Santa Pola y a unas 8 millas de la ciudad de Alicante, término municipal al que
pertenece.
La línea de la costa es recortada,
formada por pequeños acantilados de escasos metros de altura, con playas de
cantos rodados en su base. La única playa de arena se encuentra en la zona del
itsmo.
La isla de Tabarca se encuentra
localizada en un contexto geológico muy particular dentro de las zonas internas
y cercana al límite de las zonas externas de las cordilleras Béticas, marcado
por el denominado accidente Cádiz-Alicante. Dentro de las zonas internas de la
cordillera, la isla representa el extremo más oriental del complejo
Alpujárride, sobre cuyos materiales, aparecen en discordancia, materiales
pertenecientes al Mioceno superior y al Cuaternario.
La isla presenta un umbral
fusiforme, emergido parcialmente y limitado por fracturas de dirección NO-E,
asociadas al accidente Elche-Jumilla. Los contactos entre los distintos
materiales están tectonizados y la fracturación alcanza a todas las rocas, con
superficies estriadas y pulimentadas debido a la fricción entre los bloques. En
resumen, se detectan fallas de mayor o menor importancia, saltos variables y
diaclasas.
El clima es mediterráneo seco, con
una temperatura media anual de 17 ºC, máximas de 35ºC en Agosto y mínimas de
5ºC en Enero. Las precipitaciones son muy irregulares a lo largo del año, no
superando los 300 mm/ño. Los vientos dominantes en primavera-verano son el
Levante y el Lebeche; mientras que durantño-invierno predominan los vientos del
primer y cuarto cuadrante (Norte, Maestral y Poniente ). La velocidad media del
viento no es muy alta, 21 Km/h durante el día y 17 Km/h por la noche, que
indican la bondad del régimen de vientos imperante en la zona, aunque a veces
se registren velocidades de 167 km/h (20/1/78).
Historia y Usos
De los antiguos asentamientos en la
isla tenemos conocimiento a través de los estudios realizados por el padre
Belda (1958,1.980) en los que se habla de la existencia de un poblado y una
necrópolis de inhumación romanos en la zona de la Almadraba, así como, de los
hallazgos de pecios con anforas romanas en las aguas circundantes a la isla.
En la Edad Media (1.337) el Consejo
de Elche, de quien dependía entonces la isla, obtuvo permiso para edificar una
torre defensiva para guardar la costa ya que ésta se hallaba bajo constante
amenaza debido a la presencia de piratas cuya base de operaciones se encontraba
en la isla. A finales del siglo XVIII la corona española define su política
respecto al norte de Africa y una de sus consecuencias es la decisión de
fortificar la isla. En 1.760 se inician ya algunas obras y entre 1.766 y 1.775
el ingeniero militar Fernando Mendez Ras, por encargo del rey Carlos III, lleva
a cabo su proyecto de construcción de una ciudad fortificada en la isla que es
un compendio de ideas urbanísticas del Renacimiento y principios de la
Ilustración. Aunque no se llegaron a construir todos los edificios y elementos
que propuso, la ciudad fue fortificada con murallas, baterías, castillo y
baluartes y, así mismo, fue dotada de viviendas, cuarteles, caballerizas,
bóvedas subterráneas, iglesia, casa para el Gobernador, lavadero con cisternas
para la recogida de aguas pluviales, almacén para el esparto, tahona, horno
para cocer el pan y otros para la cal y el yeso, además de varadero.
Coincide en el tiempo (1.768) el
rescate de 69 familias de origen genovés que habían sido hechas prisioneras por
el rey de Argel al conquistar éste la isla tunecina de Tabarka donde vivían y
se dedicaban a la pesca de coral rojo. Esta isla está situada frente a las
costas de Tunez, pertenecía a la República de Génova y fue sucesivamente
conquistada por Túnez (1.741) y por Argelia (1.756). Gracias a las gestiones de
fray Juan de la Virgen ante el rey Carlos III los genoveses fueron liberados
(1.768) y conducidos a Alicante donde fueron alojados temporalmente en el
colegio de la Compañía de Jesús hasta que fueron trasladados definitivamente a
la isla de Tabarca (1770)ocupando las viviendas promovidas para su alojamiento
por el conde de Aranda ante el rey Carlos III. Es en este momento cuando la
isla pasa a llamarse de Nueva Tabarca.
Junto a los nuevos habitantes se
destinó a la isla un destacamento militar que aseguraba la defensa frente a
cualquier incursión marina. La base económica de estas familias fue
principalmente la pesca artesanal y secundariamente los servicios de apoyo al
destacamento militar, que completaban sus escasos ingresos.
Con el transcurso del tiempo la isla
fue perdiendo su carácter de plaza fuerte. El gobernador y la guarnición fueron
retirados en 1.850. A finales del siglo XIX la isla contaba con alrededor de
mil habitantes dedicados mayoritariamente a la pesca. En la actualidad hay una
población permanente en invierno de unas 50 personas, multiplicándose por diez
la población permanente en época estival. En estos mismos meses la población de
visitantes diaria es de unas 3.000 personas en los meses de máxima afluencia.
Las principales actividades en la isla son la pesca y el turismo. La flota pesquera
se compone de una quincena de embarcaciones, con tripulaciones de 2 ó 3
personas, con su base principalmente en Santa Pola o en Alicante, aunque
algunas pertenecen a la Cofradía de pescadores de Tabarca. La actividad
turística se produce, fundamentalmente, entre los meses de Abril a Octubre.
Patrimonio Artístico
El conjunto del archipiélago de
Tabarca reúne una serie de condiciones que le hacen merecedor de un especial
interés, por un lado sus características geológicas, biológicas y ecológicas, su
aislamiento y su estado de conservación, que propician la existencia de
ecosistemas terrestres y marinos muy interesantes; y por el otro, su condición
de conjunto urbano fortificado, uno de los escasos ejemplos actuales de
arquitectura militar en el litoral español y la existencia de abundantes
yacimientos arqueológicos. En base a estas condiciones la isla fue declarada
conjunto histórico-artístico con fecha 27 de Agosto de 1.964.
Los materiales para la construcción
de la ciudad fortificada fueron extraídos del islote denominado por ello La
Cantera, que está situado en el lado oeste de la isla.
La superficie urbana queda
delimitada por unas murallas cuyo trazado se ajusta en su mayor parte a la
línea de la costa. Tres puertas dan entrada al pueblo: una situada al norte de
la isla la denominada de tierra, de Alicante o de San Miguel; y otras dos,
denominada de Levante o de San Rafael la que está situada al este de la isla, y
de la Trencada o de San Gabriel la que se encuentra al oeste, siendo ambas
puertas de estilo dórico con pilastras.
La ciudad es de trama ortogonal. Dos
ejes principales estructuran la planta urbana. El más largo con orientación
este-oeste une la puerta de San Rafael y la de San Gabriel . Este eje pasa, así
mismo, por tres plazas de diferentes superficies; dos están situadas junto a
las puertas mencionadas y la tercera la más grande, denominada la Carolina, más
centrada y de planta cuadrada . El eje transversal, de orientación norte-sur
enlaza la Casa del Gobernador y la iglesia y confluye con el eje longitudinal
en la plaza grande.
La iglesia dedicada a San Pedro y
San Pablo es de planta rectangular y nave única subdividida en cuatro tramos y
con capillas laterales entre contrafuertes y presbiterio de planta curvilínea.
La Casa del Gobernador, en origen
destinada a albergar el Ayuntamiento fue finalmente ocupada por el destacamento
militar. Está compuesta de un cuerpo principal de dos plantas y en la fachada
norte tiene adosadas dos alas cada una con dos plantas que dejan un patio entre
ambas abierto a la fachada.
Próxima a la puerta de San Miguel se
encuentra el Cuerpo de Guardia, una edificación que tiene planta rectangular y
consta de tres dependencias y un porche delantero.
Fuera ya de las murallas y en la
zona denominada Campo,al este del pueblo, se encuentra la torre defensiva de
San José que es un edificio tronco-piramidal de base cuadrada con tres plantas,
proyectada por Baltasar Ricoud (1.789), utilizada en el siglo XIX como prisión
del Estado.
En el extremo oriental de la isla se
encuentra el faro, proyectada por Juan Laurenti (1.854), es de planta cuadrada,
en cuyo centro se eleva la torre prismática de la linterna de señales
luminosas, el conjunto es de estilo academicista.
Ecosistemas Terrestres y Marinos
Ecosistemas terrestres
La reducida extensión de la isla de
Tabarca y las duras condiciones climáticas, determinan una fuerte
simplificación de los ecosistemas terrestres. Por otro lado la insularidad hace
que dichos ecosistemas sean diferentes a los correspondientes en otras regiones
más extensas.
En cuanto a la vegetación de la
isla, muy influenciada por la presencia humana, va progresivamente
recuperándose, de manera que el espinar alicantino, matorral esclerófilo
caducifolio estival, va poco a poco desplazando a los antiguos cultivos de la
isla.
Los ecosistemas se completan con las
comunidades animales y de nuevo se hace patente la simplificación, pues los
recursos son muy limitados y no pueden soportar un gran número de animales, ni
una excesiva diversificación. Las cadenas tróficas son muy sencillas, con pocos
depredadores, además la competencia determina en algunos casos la ampliación
del espectro alimentario de muchas especies.
Ecosistemas marinos
Los dos factores básicos que
condicionan las comunidades vegetales marinas del litoral, son la intensidad
luminosa (transparencia del agua) y el tipo de sustrato.
En Tabarca las aguas son muy
transparentes, con un espesor efectivamente iluminado entre 22,5 y 47,5 metros
de profundidad, esto permite que las plantas puedan vivir a mayores
profundidades y por lo tanto que las comunidades biológicas sean especialmente
ricas.
La zona es un importante área de
cría de numerosas especies pelágicas de interés pesquero.
En función del tipo de sustrato
podemos distinguir básicamente dos comunidades:
Las de sustrato blando, dominadas por la pradera de Posidonia
oceánica, especie muy importante pues, además de producir gran cantidad de
oxígeno y ser la base de las cadenas alimentarias, estabiliza los fondos
arenosos y evita consecuentemente la erosión; tiene un papel comparable al
de los bosques en el medio terrestre.
Las de sustrato duro o rocoso, donde viven diversas especies de algas,
adaptadas en función de la cantidad de luz que reciben, las más
superficiales son las algas verdes, ricas en clorofila, y las más
profundas son las algas rojas, que poseen otros pigmentos más eficaces
para captar la menor intensidad luminosa.
Los animales, en muchos casos,
dependen en su alimentación directa o indirectamente de las plantas y viven
asociados a una determinada comunidad vegetal, en otros casos dependen más del
tipo de sustrato, por ejemplo los filtradores (como los corales, actinias y
ascidias), que se alimentan de la materia orgánica en suspensión y que al vivir
fijos sobre el sustrato compiten con los vegetales por el espacio.
Comunidades y Especies de Interés
Medio Terrestre
Flora
La vegetación de Tabarca presenta un
marcado carácter nitrófilo y nitrohalófilo, debido a la influencia humana en la
utilización del territorio (especies propias de suelos ricos en materia
orgánica y sal). La vegetación no difiere en gran medida de la presente en las
zonas litorales cercanas a la isla, salvo en la mayor pobreza en especies.
Destaca por su interés el espinar
costero, que representa posiblemente la vegetación primitiva de la isla y que
actualmente va colonizando progresivamente las tierras dedicadas en su día al
cultivo de cereales y paleras. Son representantes de esta maquia espinosa tres
especies de matorral caducifolio estival: Esparraguera blanca (Asparagus
albus), Paternostrera o Bufera (Witharnia frutescens) y el espino blanco
(Lycium intricatum).
Por otra parte existe una antigua
plantación de higo de palera en los alrededores de la torre de San José. Por lo
demás todos los viejos cultivos están siendo invadidos por vegetación de
carácter anual muy propia de estos territorios.
Un aspecto interesante en la flora
de la isla son los líquenes (Caloplaca, Rocela, ... ) que abundan bordeando el
litoral en el sector norte de la isla.
Fauna
La fauna de la isla, tanto en
artrópodos como en vertebrados, se caracteriza por la pobreza en especies, si
la comparamos con el litoral peninsular. Sin embargo, algunas especies están
densamente representadas como por ejemplo el Eslizón ibérico (Chalcides
bedriagai), una de las características más interesantes de la isla.
Destaca además la presencia del
dermáptero Anisolabis marítima, restringida a pequeñas playas, (única cita de
esta especie existente en toda la provincia de Alicante) y la existencia de
algunas especies exclusivas de la isla como Cryptocefalus espagnoli y
Brachynema espagnoli.
También destaca la abundancia de
aves marinas, como la gaviota de Audouin, el cormorán moñudo, el alcatraz común
y el paiño común, esta última nidificante.
Medio Marino
Los fondos marinos de Tabarca
presentan, debido a su protección desde 1986 y su escasa o nula contaminación
por aguas residuales, un excelente enclave para el desarrollo de comunidades y
especies dignas de protección.
Flora
Entre las algas destaca la abundancia
de especies indicadoras de aguas limpias, particularmente las feofíceas del
género Cystoseira. También son abundantes algunas especies de carácter tropical
como Anadyomene stellata, Hypnea cervicornis y Penicillus capitatus.
Las praderas de fanerógamas marinas,
formadas por plantas de los géneros Posidonia y Cymodocea, se encuentran muy
desarrolladas, particularmente la Posidonia oceánica, que rodea todo el
perímetro de Tabarca en profundidades de 0 a 30 metros.
Fauna
Los peces son el elemento de la fauna
marina que más rápidamente se ha recuperado con el establecimiento de la
reserva marina, entre ellos los grandes serránidos como el mero, el dot, el
cherne, el gitano y los grandes espáridos como el dentón, la dorada y el pargo.
Entre los invertebrados de interés
faunístico, los moluscos vermétidos que construyen plataformas, almohadillas y
pequeños atolones en toda la plataforma de abrasión de Tabarca, las nacras y
gorgonias, comienzan a ser de nuevo frecuentes, destacan también los abundantes
erizos de mar, estrellas de mar, cangrejos, caracolas y esponjas.
La pradera de Posidonia presenta una
rica fauna vágil entre la que se puede citar: erizos de mar, crustáceos,
moluscos y peces como la salpa, la oblada, etc., mientras que las poblaciones
de grandes crustáceos reptadores como la cigarra de mar y la langosta, parecen
haber aumentado significativamente.
También son frecuentes en la zona
ejemplares adultos de la tortuga boba (Caretta caretta).
Reserva Marina. Actividades en la Reserva
Los primeros intentos para dotar de
una cierta protección a la zona fueron realizados por el Ayuntamiento de
Alicante que en 1.972 efectuó gestiones dirigidas a declararla parque nacional
submarino aunque no fructificaron. Posteriormente, en el Plan Especial de
Ordenación de la isla de Tabarca se adelantó la conveniencia y necesidad de
crear una reserva marina. En el año 1.983, el Ayuntamiento de Alicante encargó
un estudio ecológico del medio marino de la isla concluyéndose de éste la
conveniencia de establecer una reserva marina en ella, a fin de preservar la
fauna y flora marina de la zona y servir de base de repoblación en beneficio de
la riqueza ecológica de las aguas colindantes.
Como resultado de todo ello en 1.986
se estableció la reserva marina de Tabarca que ocupa una superficie rectangular
de 1400 Ha y comprende aguas interiores, competencia de la Generalidad
Valenciana, y aguas exteriores, cuya gestión compete a la Administración General
del Estado . De ahí que para su creación fuera necesario dictar dos Ordenes
complementarias (O.M. de 4 de Abril de 1.986, B.O.E. nº112 y Orden de 4 de
Abril de 1.986 de la Consellería de Agricultura y Pesca, D.O.G.V. nº 397).
La acumulación de la experiencia
durante los años siguientes aconsejaron modificar el artículo 4 de la Orden de
4 de Abril de1.986 mediante O.M. de 15 de Junio de 1.988 (B.O.E. 8/7/88), en el
sentido de autorizar a la Cofradía de Pescadores de la isla a calar dos morunas
gruesas. En esta misma Orden, se crea una Comisión de Gestión y Seguimiento en
la que están representadas las Administraciones Central, Autonómica y Local, en
igual número, para coordinar las propuestas y evaluar los rendimientos de la
reserva.
La reserva marina cuenta con un
servicio de guardapescas jurados que ejercen las labores de vigilancia con
embarcaciones de apoyo.
Para proteger los fondos de la
reserva se instalaron arrecifes artificiales formados por módulos de hormigón y
algunos cascos de barcos pesqueros de madera limpios y preparados.
Actividades que Requieren Autorización
En aguas exteriores:
La pesca profesional al curricán de superficie para embarcaciones de
3ª lista en el sector I.
El calamento de 2 morunas gruesas desde Abril a Septiembre en el sector
II.
El buceo autónomo en los sectores I y II, previa autorización de la
Dirección Provincial del M.A.P.A. en Alicante.
La realización de muestreos científicos que deberán ser autorizados
por la Dirección General de Estructuras Pesqueras de la Secretaría General
de Pesca Marítima (M.A.P.A.)
En aguas interiores:
La pesca profesional con anzuelo (chambel, caña, curricán), excepto
palangre y sus variantes en el sector III b.
El calamento de máximo de 10 morunas xirreteras de Octubre a Diciembre
en el sector III b.
El buceo autónomo, en el sector III previa autorización de la
Dirección General de Desarrollo Forestal y Pesquero de la Consellería de
Agricultura y Medio Ambiente de la Generalidad Valenciana.
Actividades Prohibidas
La pesca recreativa en todas las aguas de la reserva marina.
Cualquier extracción de
organismos marinos animales o vegetales y de materiales minerales, salvo
las autorizadas expresamente.
Historia y Usos
De los antiguos asentamientos en la
isla tenemos conocimiento a través de los estudios realizados por el padre
Belda (1958,1.980) en los que se habla de la existencia de un poblado y una
necrópolis de inhumación romanos en la zona de la Almadraba, así como, de los
hallazgos de pecios con anforas romanas en las aguas circundantes a la isla.
En la Edad Media (1.337) el Consejo
de Elche, de quien dependía entonces la isla, obtuvo permiso para edificar una
torre defensiva para guardar la costa ya que ésta se hallaba bajo constante
amenaza debido a la presencia de piratas cuya base de operaciones se encontraba
en la isla. A finales del siglo XVIII la corona española define su política
respecto al norte de Africa y una de sus consecuencias es la decisión de fortificar
la isla. En 1.760 se inician ya algunas obras y entre 1.766 y 1.775 el
ingeniero militar Fernando Mendez Ras, por encargo del rey Carlos III, lleva a
cabo su proyecto de construcción de una ciudad fortificada en la isla que es un
compendio de ideas urbanísticas del Renacimiento y principios de la
Ilustración. Aunque no se llegaron a construir todos los edificios y elementos
que propuso, la ciudad fue fortificada con murallas, baterías, castillo y
baluartes y, así mismo, fue dotada de viviendas, cuarteles, caballerizas,
bóvedas subterráneas, iglesia, casa para el Gobernador, lavadero con cisternas
para la recogida de aguas pluviales, almacén para el esparto, tahona, horno
para cocer el pan y otros para la cal y el yeso, además de varadero.
Coincide en el tiempo (1.768) el
rescate de 69 familias de origen genovés que habían sido hechas prisioneras por
el rey de Argel al conquistar éste la isla tunecina de Tabarka donde vivían y
se dedicaban a la pesca de coral rojo. Esta isla está situada frente a las costas
de Tunez, pertenecía a la República de Génova y fue sucesivamente conquistada
por Túnez (1.741) y por Argelia (1.756). Gracias a las gestiones de fray Juan
de la Virgen ante el rey Carlos III los genoveses fueron liberados (1.768) y
conducidos a Alicante donde fueron alojados temporalmente en el colegio de la
Compañía de Jesús hasta que fueron trasladados definitivamente a la isla de
Tabarca (1770)ocupando las viviendas promovidas para su alojamiento por el
conde de Aranda ante el rey Carlos III. Es en este momento cuando la isla pasa
a llamarse de Nueva Tabarca.
Junto a los nuevos habitantes se
destinó a la isla un destacamento militar que aseguraba la defensa frente a
cualquier incursión marina. La base económica de estas familias fue
principalmente la pesca artesanal y secundariamente los servicios de apoyo al
destacamento militar, que completaban sus escasos ingresos.
Con el transcurso del tiempo la isla
fue perdiendo su carácter de plaza fuerte. El gobernador y la guarnición fueron
retirados en 1.850. A finales del siglo XIX la isla contaba con alrededor de
mil habitantes dedicados mayoritariamente a la pesca. En la actualidad hay una
población permanente en invierno de unas 50 personas, multiplicándose por diez
la población permanente en época estival. En estos mismos meses la población de
visitantes diaria es de unas 3.000 personas en los meses de máxima afluencia.
Las principales actividades en la isla son la pesca y el turismo. La flota
pesquera se compone de una quincena de embarcaciones, con tripulaciones de 2 ó
3 personas, con su base principalmente en Santa Pola o en Alicante, aunque
algunas pertenecen a la Cofradía de pescadores de Tabarca. La actividad
turística se produce, fundamentalmente, entre los meses de Abril a Octubre.
Patrimonio Artístico
El conjunto del archipiélago de
Tabarca reúne una serie de condiciones que le hacen merecedor de un especial
interés, por un lado sus características geológicas, biológicas y ecológicas,
su aislamiento y su estado de conservación, que propician la existencia de
ecosistemas terrestres y marinos muy interesantes; y por el otro, su condición
de conjunto urbano fortificado, uno de los escasos ejemplos actuales de
arquitectura militar en el litoral español y la existencia de abundantes
yacimientos arqueológicos. En base a estas condiciones la isla fue declarada
conjunto histórico-artístico con fecha 27 de Agosto de 1.964.
Los materiales para la construcción
de la ciudad fortificada fueron extraídos del islote denominado por ello La
Cantera, que está situado en el lado oeste de la isla.
La superficie urbana queda
delimitada por unas murallas cuyo trazado se ajusta en su mayor parte a la
línea de la costa. Tres puertas dan entrada al pueblo: una situada al norte de
la isla la denominada de tierra, de Alicante o de San Miguel; y otras dos,
denominada de Levante o de San Rafael la que está situada al este de la isla, y
de la Trencada o de San Gabriel la que se encuentra al oeste, siendo ambas
puertas de estilo dórico con pilastras.
La ciudad es de trama ortogonal. Dos
ejes principales estructuran la planta urbana. El más largo con orientación
este-oeste une la puerta de San Rafael y la de San Gabriel . Este eje pasa, así
mismo, por tres plazas de diferentes superficies; dos están situadas junto a
las puertas mencionadas y la tercera la más grande, denominada la Carolina, más
centrada y de planta cuadrada . El eje transversal, de orientación norte-sur
enlaza la Casa del Gobernador y la iglesia y confluye con el eje longitudinal
en la plaza grande.
La iglesia dedicada a San Pedro y
San Pablo es de planta rectangular y nave única subdividida en cuatro tramos y
con capillas laterales entre contrafuertes y presbiterio de planta curvilínea.
La Casa del Gobernador, en origen
destinada a albergar el Ayuntamiento fue finalmente ocupada por el destacamento
militar. Está compuesta de un cuerpo principal de dos plantas y en la fachada
norte tiene adosadas dos alas cada una con dos plantas que dejan un patio entre
ambas abierto a la fachada.
Próxima a la puerta de San Miguel se
encuentra el Cuerpo de Guardia, una edificación que tiene planta rectangular y
consta de tres dependencias y un porche delantero.
Fuera ya de las murallas y en la
zona denominada Campo,al este del pueblo, se encuentra la torre defensiva de
San José que es un edificio tronco-piramidal de base cuadrada con tres plantas,
proyectada por Baltasar Ricoud (1.789), utilizada en el siglo XIX como prisión
del Estado.
En el extremo oriental de la isla se
encuentra el faro, proyectada por Juan Laurenti (1.854), es de planta cuadrada,
en cuyo centro se eleva la torre prismática de la linterna de señales
luminosas, el conjunto es de estilo academicista.
Ecosistemas
Terrestres y Marinos
Ecosistemas terrestres
La reducida extensión de la isla de
Tabarca y las duras condiciones climáticas, determinan una fuerte
simplificación de los ecosistemas terrestres. Por otro lado la insularidad hace
que dichos ecosistemas sean diferentes a los correspondientes en otras regiones
más extensas.
En cuanto a la vegetación de la
isla, muy influenciada por la presencia humana, va progresivamente
recuperándose, de manera que el espinar alicantino, matorral esclerófilo
caducifolio estival, va poco a poco desplazando a los antiguos cultivos de la
isla.
Los ecosistemas se completan con las
comunidades animales y de nuevo se hace patente la simplificación, pues los
recursos son muy limitados y no pueden soportar un gran número de animales, ni
una excesiva diversificación. Las cadenas tróficas son muy sencillas, con pocos
depredadores, además la competencia determina en algunos casos la ampliación
del espectro alimentario de muchas especies.
Ecosistemas marinos
Los dos factores básicos que
condicionan las comunidades vegetales marinas del litoral, son la intensidad
luminosa (transparencia del agua) y el tipo de sustrato.
En Tabarca las aguas son muy
transparentes, con un espesor efectivamente iluminado entre 22,5 y 47,5 metros
de profundidad, esto permite que las plantas puedan vivir a mayores
profundidades y por lo tanto que las comunidades biológicas sean especialmente
ricas.
La zona es un importante área de
cría de numerosas especies pelágicas de interés pesquero.
En función del tipo de sustrato
podemos distinguir básicamente dos comunidades:
Las de sustrato blando, dominadas por la pradera de Posidonia
oceánica, especie muy importante pues, además de producir gran cantidad de
oxígeno y ser la base de las cadenas alimentarias, estabiliza los fondos
arenosos y evita consecuentemente la erosión; tiene un papel comparable al
de los bosques en el medio terrestre.
Las de sustrato duro o rocoso, donde viven diversas especies de algas,
adaptadas en función de la cantidad de luz que reciben, las más
superficiales son las algas verdes, ricas en clorofila, y las más
profundas son las algas rojas, que poseen otros pigmentos más eficaces
para captar la menor intensidad luminosa.
Los animales, en muchos casos,
dependen en su alimentación directa o indirectamente de las plantas y viven
asociados a una determinada comunidad vegetal, en otros casos dependen más del
tipo de sustrato, por ejemplo los filtradores (como los corales, actinias y
ascidias), que se alimentan de la materia orgánica en suspensión y que al vivir
fijos sobre el sustrato compiten con los vegetales por el espacio.
Como es tradición, el 24 de Junio, a las 24,00 hrs, se lanzó desde lo alto del Castillo de Santa Bárbara (Monte Benacaltil) la tradicional PALMERA que marca el inicio de las Cremá de las Hogueras de AlicantePALMERA 2013
Esta leyenda se remonta a las
primeras décadas de la dominación árabe y cuando la fortaleza del Benacantil
era la morada de un poderoso Príncipe musulmán, cruel y déspota y dueño y señor
de la comarca. La sumisa población cristiana de la ciudad no dejaba de
hostigarle, por lo que su odio hacia ellos hacía imposible la convivencia de
las dos confesiones. No obstante, el Príncipe tenía una debilidad, su hija
Zahara, hermosa e inteligente para la que su ambicioso padre, que se llamaba
Ben-Abed-el Hacid, tenía previstos prestigiosos pretendientes que le pudieran
aportar alianzas y riquezas para beneficio propio pero Zahara, no se sentía
para nada interesada con las pretensiones de su padre.
Se vivía por entonces una época
tranquila y próspera debido a la tregua pactada con la población cristiana, lo
que propiciaba que se sucedieran las celebraciones y fiestas, organizadas por
el Príncipe, en el Castillo, con el objeto de invitar a prestigiosos y audaces
pretendientes para que pudieran demostrar sus habilidades ante su hija Zahara a
lo que la hermosa joven siempre mostraba indiferencia.
En una de estas fiestas Zahara,
cansada y aburrida, paseaba por su jardín particular cuando escuchó entre los
árboles un ruido y vio esconderse una sombra. La valiente y curiosa Princesa no
dudó en dirigirse al intruso y exclamar
-¿quién anda ahí?-.
De su escondite apareció un
apuesto joven cristiano que se quedó inmóvil observándola. Zahara le interpeló
y le hizo saber que si era descubierto por sus guardias dentro del recinto,
sería condenado a la pena de muerte. El joven le contestó que ya nada le
importaba después de haber admirado su belleza y hermosura y haber conseguido
su objetivo que era poder verla y mirarle a los ojos. Zahara se encontraba
nerviosa y turbada por la presencia del joven, pues estaba acostumbrada a que
todo el mundo se humillara ante ella. Iniciaron una conversación y el joven le
evidenció su amor hacia ella, lo que provocó la emoción de la Princesa y
comenzó a tener curiosidad y aprecio por aquél joven, que se llamaba Fernando y
era el primogénito del Conde García de Oñate, enemigo acérrimo de su padre, el
Príncipe musulmán Ben-Abed-el-Hacid. Zahara le dijo.
-Yo no deseo que mueras.- le tomó
la mano y lo dirigió hacia un secreto pasadizo, escondido tras unos rosales, y
que lo conduciría fuera de las murallas.
-Volveré-, le dijo Fernando.
Los días transcurrían y Zahara no podía
apartar de su mente a aquél apuesto y osado joven que puso su vida en peligro
sólo por conocerla. Su tristeza y melancolía esran evidentes hasta tal punto,
que su nodriza no tardó tiempo en percatarse. La princesita estaba enamorada.
Su nodriza le advirtió del peligro que correría Fernando si su padre llegara a
sospecharlo. En esos días, Ben-Abed-el Hacid, hacía gestiones con el Sultán de Damasco,
pues en su mente se fraguaba la idea de conseguir una alianza con aquél
poderoso sultán y que al mismo tiempo le garantizara la seguridad para su
adorada hija y riqueza para los suyos. Mientras esto ocurría, la Princesa día a
día iba entristeciendo y desmejorando y, de eso, no tardó tiempo en darse
cuenta su padre, que comenzaba a preocuparse y a alarmarse, y trataba de
consolar a su hija, pero esta solo le respondía abrazándose a él y llorando.
Tanta preocupación causó en Ben-Abed-el Hacid que decidió consultarlo con el
astrólogo real quien, después de realizar las investigaciones y cábalas
oportunas, le respondió al Príncipe:
-Tu hija, poderoso señor, padece
un mal propio de la juventud. Está enferma de Amor. ¡De un amor imposible¡-
El Príncipe montó en cólera y se
dirigió al astrólogo:
-¡Ibrahim, creo que mientes, pero
si tan seguro estás de ello, dame el remedio que haya de curar a mi hija, de lo
contrario morirás¡-
Ibrahim , el astrólogo, le
contestó con serenidad:
-¡Oh señor, de nada te serviría
mi muerte ya que sólo el amor es quien puede salvar a la Princesa-. -Entonces,
empezaré de inmediato los preparativos de boda con el Sultán,- dijo Ben-Abed
-¡Oh, Príncipe, no has
comprendido nada. Zahara no sanará con el amor que tú le ofrezcas, sino el elegido
por su corazón.-
Mientras tanto, Zahara acudía
diariamente a su cita con Fernando tras los espesos rosales que ocultaban el
pasadizo por donde este accedía y así día a día y embriagados por el suave olor
de las rosas, iban alimentado su amor tanto así, que la Princesa estaba
dispuesta a abandonar su Patria y su Religión y saltar estas barreras para huir
y pasar el resto de sus días junto a su enamorado Fernando. Pocos días después,
Zahara fue llamada a presencia de su padre y este le informó que, en breve,
iban a partir hacia Damasco para desposarse con el poderoso Sultán. Un grito
desesperado salió por la garganta de la joven.
-¡No, no iré nunca¡-. Su padre
desconcertado y montando en cólera, zarandeó violentamente a su hija.
-¿Porqué desobedeces mis órdenes¡
¿Porqué no irás¡
- Porque amo a otro.- dijo
Zahara.
Su padre la abofeteó.
-¡Su nombre¡- le exigió mientras
continuaba zarandeándola con tanta fuerza que la Princesa no pudo evitar
revelar su pasión. Ben-Abed comenzó a hilar su venganza. Tenía que dar muerte
al muchacho. No tardaron los soldados en sorprender a los amantes y el joven
fue apresado. Zahara sabía lo que le esperaba a Fernando y enfermó. La Princesa
se moría …de amor. Su padre, al conocer la gravedad de la enfermedad de la
joven y, comido por el remordimiento, fue a verla no sin antes, haber preparado
una estratagema como buen militar que era.
-Zahara- le dijo -hagamos un
pacto. Si yo gano, tú tendrás que obedecer mis órdenes-
Lo que encerraba los planes de
boda con el Sultán de Damasco
-y si ganas tú, te dejaré
libertad para que elijas a tu esposo.-
La joven asintió. No podía sino
que aceptar. Asomándose por la ventana le dijo
-Mira este paisaje- señalando las
laderas del Benacantil, -si mañana amanece nevado y cubierto de un manto blanco,
tú ganarás. Si por el contrario todo sigue igual, habré ganado yo y tú
obedecerás irremediablemente mis órdenes.-
La noche se hizo eterna para
Zahara. Al amanecer observó por la ventana un cielo azul purísimo, lo que le
hizo estremecer pero al incorporarse, una exclamación salió de sus labios. ¡Era
asombroso¡ Toda la extensión que abarcaban sus ojos aparecía cubierta por un
manto blanco. ¡Todos los almendros que poblaban los alrededores y las laderas
del Benacantil habían florecido esa noche, como si la Naturaleza hubiera
querido demostrar su solidaridad con la Princesa¡ ¡Había ganado la apuesta¡
Zahara corrió hacia los aposentos de su padre
emocionada para solicitarle la puesta en libertad de Fernando de pronto, se
detuvo y quedó paralizada. Enmudecida. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
Un grito desgarrador surgió de su interior. Su mirada estaba fija en el torreón
del que una figura humana pendía de la horca… Su padre ya había cumplido su
venganza adelantándose a los acontecimientos. Zahara se dirigió velozmente
hacia allí y se abrazó al cuerpo, ya sin vida, de Fernando. Los dos enamorados,
ya unidos para siempre, se precipitaron al vacío al romperse la cuerda que los
sujetaba. Ben-Abed corrió hacia el torreón intentando llegar a tiempo… pero ya
fue demasiado tarde. El Príncipe lanzó un grito y se desvaneció cayendo también
por el acantilado, pero su cuerpo quedó apresado entre los riscos y matorrales
que forman el "Matxo del Castell", perdiendo también su vida. Al día
siguiente, la ciudad entera quedaría muda de asombro. En el Benacantil se podía
observar un rostro labrado en la roca, que recordaba al del Príncipe
Ben-Abed-el-Hacid. La imaginación popular halló pronto la explicación. El Moro
había sido castigado por su crueldad y su rostro permanecería eternamente
azotado por los vientos y expuesto a todas las vejaciones del tiempo y de los
hombres.
(Basado en "Leyendas
Alicantinas", de Agustina Ruiz de Mateo y Juan Mateo Box)